Los micropilotes son elementos estructurales utilizados en proyectos de cimentación cuando el terreno presenta condiciones inadecuadas para soportar grandes cargas. Se caracterizan por su pequeño diámetro y profundidad, lo que les permite ser instalados en espacios reducidos o donde se requiere un mínimo impacto en el entorno. Estos dispositivos son ideales para estabilizar edificios, puentes, y otras infraestructuras que se construyen en suelos con baja capacidad de carga, o en terrenos urbanos donde el espacio y el acceso son limitados.

El proceso de instalación de micropilotes implica la perforación del terreno, seguida de la inserción de un tubo o barra de acero que se rellena con concreto. Este tipo de cimentación se destaca por su resistencia y durabilidad, ofreciendo una solución eficiente y menos invasiva en comparación con métodos tradicionales. Los micropilotes se utilizan también en proyectos de parques solares, donde proporcionan la estabilidad necesaria para la estructura de paneles fotovoltaicos, adaptándose perfectamente a las necesidades de proyectos sostenibles.